sábado, 20 de octubre de 2012

berenjena en salsa de tomate

Después que le perdí el  miedo a preparar la berenjena y de llevar a cabo algunas recetas poco tradicionales con este nutritivo ingrediente, como dip con berenjena asada, tortas, lasaña, me decidí por la forma más bien siemple y sencilla, pero que deja un buen sabor y lo mejor se prepara bastante rápido.

Cuando la berenjena está tierna, su piel es firme de un color brillante, al partirla tiene un tono bastante claro, no requiere de mayor tratamiento. Este vegetal tiene su propio sabor, fuerte característico, que al estar más madura, sazona, se acentúa más y eso hace que algunas personas la repelen.

Para contrarrestar parte de su amargo, la técnica más fácil es partirla en tajadas, láminas, con todo y cáscara y dejarla descansar en agua con sal, durante unos 20 minutos. Eliminar el agua y secar con papel absorbente. Otra forma es partirla, rociar con sal y dejar sobre una rejilla metálica para que emane su líquido amargo.
Luego se condimenta con sal, especias secas y se pasa por un sartén apenas barnizado de aceite, para que cambie de color (sellar) y reservamos. 
Aparte se prepara una salsa de tomate, con especias frescas, cebolla, chile dulce (pimiento),  apio, ajos, tomillo, tomate rallado, azúcar y sal (u otro condimento). También se puede añadir pasta de tomate o salsitas  ya preparadas. Cuando haya hervido unos minutos y tenga una consistencia espesa, se agregan las berenjenas selladas y se deja tapado a fuego bajo para que tomen sus sabores.
Acompañarla con un arroz blanco o servir de guarnición es lo ideal. Puede poner queso blanco rallado al servir. En este caso la he acompañado también con zapallos tiernos rebosados en huevo batido, convirtiéndose así en un plato vegetariano, colorido y sabroso.

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